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LECCIÓN DE BAILE N°1 Aprenda a mover el esqueleto sin perder de vista la elección presidencial del 2006.

Ta- Ta- Tann, Ta- Ta- Tann, Ta- Ta- Tann... Uno, dos y arrastro...
Que gozo cuando en la complicidad del baile , ella entra al paso y tu sales, tu entras y ella sale, siempre con la confabulación de la música, siempre con el ritmo que es la poesía misma ya decía Paz.
Bailar es soñar con los pies dijo el poeta. Sin soñar mueres por sobredosis de realidad, tal vez se lo oí a alguien, tal vez lo digo yo.
En la cúspide de una salsa, en el arrebato de un son, con los aromas de ella y los chillidos del tacón, qué más quieres de la vida, qué hay por cobrar pendiente, que más.
Pero no todo es anarquía sabrá usted. Estamos los bien llamados troncos que necesitamos de las reglas, los pasos hechos por otros que sintieron sin pensar. Así somos algunos de faltos de sensibilidad. Por suerte hay unos que sienten por nosotros ya pensaremos nosotros por ellos, da igual. En el baile todos cabemos, hasta el paralítico se puso a bailar me cantó el otro día Compay.

Y que decir del gran baile electoral, ya se ven las lucecitas, el papel picado, el ponche, todo por comenzar. El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación se declaró listo para la fiesta , sólo faltan los invitados que ya empiezan a lucir sus mejores garritas, ya andan haciendo puntos aquí y allá.
Así son las cosas, el sexenio pasado lo dominó el taconazo de la bota norteña que con el tiempo se fue deslustrando, aun a pesar de los intentos de boleada que representaron cada informe, se perdió el brillo. Y como no se iba a perder, si siguen 40 millones de mexicanos bailando con la más fea que es la pobreza, además de que el conflicto en Chiapas ya va para 2¨890,800 minutos y sigue sin arreglarse, lo que significa que se baila a destiempo, sin aceptar la diversidad de ritmos Y que decir de los presos políticos de la Cumbre y de los sorprendentes crecimientos económicos del 0 a 1 %. Pero bueno me dirán que hubo alternancia y que ya estamos maduros para el bailongo democrático. Quisiera agarrarle ritmo a esa idea, pero no sé por qué no puedo, nomás no.

Pero bueno, eso es pasado, seguro a usted le interesan los invitados al baile, quienes son, de donde vienen, qué ritmo se les da mejor?

Primero está el cumbiachero Obrador que...

Continuará

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