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pongamosquehablo

Ella sabe como ver el mar en esta ciudad des-playada,
Muerde el anzuelo de la rutina consabiendo la receta del veneno.
Tiene dos ojos de agua para nuestros desiertos,
Y cuando su voz la abandona, por el frío del tiempo,
nuestros humos de palabra antigua la salvan del olvido.

Da melodías al sordo,
y provee de cicuta al que las piernas le arrancaron en batalla.
Su seno se muestra al ciego,
y vuelve hombre al niño que desconocía los rostros del deseo.


Tiene el nombre del agua y la piedra,
pierde el nombre la rabia en su pelo.


Lloverá tu rostro sobre esta noche de piernas estrelladas,
de heladas manos que no palpan las orillas de tus ausencias.

Muchacha,
que una parvada hace tu risa y mil cangrejos beben tus poros,
nunca existas,
nunca mueras.

2 comentarios

Anónimo -

Del cid a esa mujer que no existe.

Anónimo -

Del cid a esa mujer que no existe