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Disquisiciones de un homo gramaticus

La premisa general nace de este verso: en mi cerebro hay una gramática dolorosa. Me pregunto: ¿por qué gramática y no sintaxis? ¿Y por qué nada más en el cerebro? Acaso uno también podría decir: he llevado una vida sintácticamente fuera de lugar. Una pareja gay asegura a su vez que confunde género pero no número y esto le causa problemas con los gramáticos ortodoxos. Algo más grave, por ejemplo, sería tener problemas de concordancia y subordinación en las relaciones amorosas (caso típico). O incluso vivir en una fonética con acento extranjero dentro de tu propio país. O estar ortográficamente contento pero semánticamente en el hoyo.
También podríamos decir: todo es culpa de una conjunción copulativa precipitada; o sea, voy a ser papá. O estirando un poco la imaginación, acuñar un piropo políglota: preso de santa lujuria, frente a tus pechos desnudos hablo en lenguas.
Se me ocurre algo más: ¿por qué no seducir a una dama vía este nuevo sistema de metáforas? Decir: mira niña, tienes una morfosintaxis interesante y muy rica, de escritora madura en plena fecundidad creadora. Expresiva principalmente con las vocales fuertes como la O mayúscula. La U cursiva también es una vocal que te favorece, sobre todo de media cuartilla para abajo. Un examen ortográfico de tus caderas me permitiría corroborar esta tesis: confundes el acento prosódico con el diacrítico. Habría que ver qué tan bien acentúas. En redacción y composición no veo mayores problemas: hay unidad y coherencia en todas las partes. Aunque siempre sería bueno hacer una revisión de anfibologías y comprobar la eficacia de tus adjetivos. Hay mujeres que jamás aprovecharon ciertos adjetivos porque no tuvieron un buen maestro que les ayudara a emplearlos frente a la sábana en blanco (toda hembra, digo, es una oración con predicado no verbal: allí está la acción, sólo hay que encontrársela). Los adjetivos allí están, sólo hay que saber utilizarlos. De esta manera evitamos que el texto se caiga y más bien suba, conduciéndonos al cielo, pues todo lo pensado por El Gran Gramático ha sido con la mejor intención. Finalmente tendríamos que comprobar si las a-posiciones que utilizas al momento de redactar son realmente eficientes o si podemos inventar algunas nuevas que sirvan mejor a la claridad y propósito del cuerpo general del texto. Si lo tuyo son las adversativas y el paréntesis, podemos ensayar en una hoja en limpio las reglas primarias del amor, la locura y la gramática. El propósito es que aprendas a redactar aunque no comprendas la función y la forma, el paradigma y el sintagma, pues no hay mejor literatura que la que se escribe con el cuerpo.

Jonathan

2 comentarios

Al Gran Gramático -

Cuán indispensables son esos humildes artilugios de símbolos y de sintaxis para que funcione y viva el espíritu.
Filippo Maniretti puede meterse su Manifiesto Futurista por el culo. Yo me quedo con mis adjetivos, mis comas, puntos, comparaciones, para que el habla tenga esa fuerza que acentúa el lado físico y afectivo.
Las mejores historias son las que se escriben sobre el cuerpo y con él.

Homo vulgaris -

" Mija, tápate el asterisco que me pongo cacofónico"