Blogia
pongamosquehablo

Respuesta a un poeta

Estimado Poeta, y sin embargo Hombre, se me olvidaba, en un arranque bufonesco, motivado quizá por las ubicuas alabanzas a tu anterior boceto narrativo, que lo que menos deseo es quedar en la memoria de las generaciones venideras (mucho menos en la de mi hermosa hija) como un deleznable crítico literario; antes preferiría desangrarme atravesado por los dardos de tus poéticas pero hirientes palabras dirigidas hacia mi persona. Habrás de disculpar, en honor a la buena amistad, el atropello de mi juicio categórico, frío, injustificado y sobre todo acrítico de tu anterior escrito.
No obstante, como te empeñas en devolver bofetada por bofetada, y como no deseo poner en riesgo la no muy lejana visita al Ateneo de la agradable conversación y el empinar de botellas, en compañía de los hijos pródigos, de los que no se sienten profetas en su tierra y de los admiradores de Marco Polo y Magallanes, creo que es necesario justificarme.
Llame espantoso a tu artístico escrito, debo reconocerlo, principalmente por el derecho que me otorga la vida (y la democracia) para fastidiar de vez en cuando a un amigo, sobre todo si éste acepta complaciente el título de poeta, como si estuviera marcado desde el inicio de los tiempos por el Hado. Segundo, y no menos trascendental, porque lo leí en un momento en el que hasta unos versos de Amado Nervo me hubiesen parecido abyectos. Por último, la razón menos importante, porque el juicio que haces de algunos otros me parece doloroso y poco razonable. A riesgo de que mis palabras caigan en “saco roto”, no diré más.
En fin, niñerías y puñaladas aparte. Ahora disfrutemos de este espacio dedicado a los que se fueron, a los que medio se fueron, a los que aún no se van, a los que jamás se irán y a los que sueñan eternamente con largarse. Al final todos son igual de estimados y extrañados por éste su servidor, aunque no siempre pueda complacerlos con mi etílica presencia.
Víctor Arroyo Domínguez, padre de Ayoualtzin

1 comentario

El Poeta -

Aunque estos días me siento más carnicero que poeta, atenderé a tus palabras a la brevedad posible. Advierto que serán palabras, digámoslo así, de un carnicero con gustos literarios, para no comprometer demasiado mi pluma ni mostrar mis flemáticas letras frente al ciertamente Poeta, Cambero. Lo mío es la prosa. En vez de versos me salen bisteces. Aquí quedo.