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La ciudad y el cine

La ciudad y el cine “La contaminación viral de las cosas por las
imágenes son las características de nuestra cultura”
Baudrillard

La ciudad cada vez se parece más a una película ya vista.

Camino solo de noche por un callejón angosto de esta ciudad medieval, un hombre con mal aspecto se acerca y con voz ronca, pero queda, se dirige a m텅…………Sí, ya sé el desenlace, él me asaltará y seguirá su camino cuidándose las espaldas tras haberme amenazado. Lo sé porque lo he visto miles de veces y lo he oído contar otras tantas, sin parecerlo, ya he vivido ese instante, conozco el contraluz de la luna sobre la acera, la frustración por haber sido asaltado y los ruidos de los gatos paseándose por los basureros de la calle.
Además he vivido este suceso con tantas variantes, que bien podría el tipo asaltarme haciendo a la vez una reflexión existencial y no me sorprendería, sólo bastaría con pensar que me encuentro caminando por una vía de Manhatan, inmerso en una película de Woody Allen,

Es curioso, pero cada día tenemos tantas experiencias virtuales y tan espectaculares, que éstas demeritan a la realidad objetiva. Puedo llegar a quedar insatisfecho por la manera en que me han robado , porque no me produjo la impresión del robo de la película de anoche.
Lo mismo pasa con los edificios importantes de una ciudad, los hemos visto tantas veces en libros de historia , fotos y películas que podemos llegar a lamentar haberlos conocido físicamente porque no contaban, por ejemplo, con el dramatismo de ese atardecer naranja que capturo el fotógrafo.

Estamos pues, ante un momento histórico en la percepción del mundo para el hombre, cada vez nos creemos más de las ideas o realidades virtuales que forjamos de las ciudades, que de las vivencias físicas que experimentamos en ellas. Es algo así como la decadencia de la realidad objetivizada y el auge de un platonismo visual informatizado.
El éxito de esta nueva vía de vivencia virtual se debe a que es muy seductora , ya que dota de protagonismo a la subjetividad, en primera instancia del que presenta la realidad virtual, ya que es su interpretación, pero sobre todo del que la recibe, ya que en el mundo de las imágenes fugaces convertidas en ideas, los limites de lo visto y lo imaginado se funden fácilmente.

Los patrones narrativos fílmicos, cuya base son las realidades virtuales, se han mudado de la pantalla a nuestra cotidianidad, ahora viven en nuestras ciudades y se divierten educando nuestra concepción urbana, y es que yo no admitiría una ciudad del futuro, que no fuera como la de Blade runner o Metrópolis, no podría creer que estoy en Londres si camino a las faldas del Támesis y no me encuentro con niebla, hombres de traje y a Hitchcock despistado en un plano irrelevante, tampoco aceptaría que me vendieran una ciudad de México sin asalto en el metro y sin El Santo velando por nosotros, ni mucho menos puedo imaginarme a New York sin galerías de arte, sin lofts y sin Robert de Niro de taxista.
Las ciudades ya han sido contadas: un barrio madrileño tiene que estar plagado de Carmenes Saura armando embrollos de faldas, Roma siempre tiene que ser una ciudad abierta, Vietnam estar en guerra, Varsovia contar con hijos de puta, llamados nazis, Belgrado con bombas y hombres desenfrenados, Tokio con samuráis o edificios high-tech, Xanadu debe ser gobernada por un amo llamado Kane y el último tango, invariablemente se tiene que bailar en Paris.

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No es un crimen el que percibamos a nuestra ciudad y a nuestra vivencia urbana como una experiencia fílmica, el problema sólo existe cuando tenemos la sensación de estar viendo una película aburrida y repetida, por lo que preferimos ir a ver a Brad Pitt actuar como guía turístico de Troya un miércoles en un 2x1.

C.U

5 comentarios

Cid urbano -

Habría que aclarar en todo caso el concepto de lo real, al cual yo le adosaría el atributo de verdad y objetividad ,esto para marcar una base de discusión, tratando de alejar de momento toda implicación cuántica.
Entonces tendríamos como lo real lo que experimentamos a través de nuestros sentidos e intelecto en un ambiente que no ha sido fabricado para mostrársenos de alguna forma y sin una intención, por ejemplo, la calle así fortuita y sin que nadie se preocupe por como tu la percibas.
Por el contrario el cine sería ciertamente una nueva realidad, pero que tiene otras dimensiones, ya que está pensada no desde el ambiente de verdad y fortuitidad, sino desde la intención de alguien por mostrarte una visión particular de una nueva realidad ahora virtual.
¿Por qué es virtual el cine?.Porque en la misma composición del plano ya existe un fuera de campo, dictaminado no por lo que tu quieres dejar de ver, sino por lo que el director no quiere que veas, es decir se restringe y se te dosifica la información, además está también el proceso de montaje, en el que a manera de dioses, los cineastas pueden reacomodar la falsa realidad por mostrar.
Ciertamente dentro de lo que he llamado real, hay intentos de fabricar percepciones virtuales, como la iluminación de algunos monumentos o los adornos de navidad de las avenidas, ya que se hacen para mostrar de alguna manera la realidad, sin embargo estos intentos son mínimos y no creo que puedan ser tajantes con nuestra percepción, como sí, por el contrario lo es el cine, que nos da una completa realidad virtual.

enrique manzo -

segunda parte del comentario:
la nociòn de "virtual" en su definiciòn real nos refiere a todo lo que ha sido creado y que se diferencia de lo real. si entiendo bien la primera parte de tu escrito, tu opones realidad virtual a ralidad objetiva, dàndole un peso a la segunda debido al engaño que la primera, a travès del cine, proporciona para conducir nuestras vidas. pero que ¿no es acaso el cine un producto de la esencia del hombre al igual que el lenguaje?
si es cierto que lo es, entonces, entanto que ambos cran realidad, tal distinciòn no se sigue. en todo caso lo objetivo dependerìa del modo en que la realidad se nos presenta a los sentidos, al pensamiento, y al habla.
por tanto, el cine fue y es un modo de crerar realidad, luego lo fue la t.v. y ahora la internet.

enrique manzo -

Todas las herramientas que utilizamos para relacionarnos con el mundo son virtuales. empezando por el pensamiento y los sentidos, los cuales son las herramientas màs precarias que el hombre ha recibido. La siguiente herramienta que el hombre desarrollò para esta relaciòn fue el lenguaje. A partir de esta invenciòn el hombre se encarrilò en una vìa que lo llevarà quizà al autoaniquilamiento, pero tambièn le reflejò su caracterìstica ontològica y esencial por antonomasia; "el hombre es un ser tecnològico"

Anónimo -

"Somos una sucesión vertiginosa de imágenes, y elegir una de esas imágenes e inmovilizarse en ella para siempre resulta, además de inútil, suicida"

Francisco Umbral

El hermano de barbas ausentes -

Si presionara rewind en mi cultura asimilada o la cinta de nuestra realidad virtual se atascara en la mecánica del cerebro, entonces andaría como polizonte por este mundo, juntando en mí emociones estéticas nunca vistas o repetidas, como aquellas majestuosidades hechas de las costillas de la luna, que el hombre de prehistoria creó. Cierto, muy cierto, estamos ante el peligro de sorprendernos más que virtualmente.