Blogia
pongamosquehablo

I love the minifaldas

Era una época, quiero decir que era una casa donde había vino y varios amigos a punto de decirse que ya era tiempo. Pudo ser hace poco, durante un punto en la Historia, o mucho antes, digamos, un banquete. No había tabaco ni ron, pero si la hermandad de la que en fin, estamos hechos. Y olvidaban todo lo que alrededor había, pues bastaba mirarse en el espejo que las pupilas de otros, a veces, nos hacen reconocernos tal y como somos.
Otra vez borracho, borrando lo que hube dicho; no era claro. Pero, Pablín ¿Qué carajos importa lo que una vez se dijo, de noche, lejos? ¿Qué hace uno para darse a entender, sino vino y tabaco, y siempre mujer? ¿Qué más podemos ofrecerte hoy que hace tiempo y frio? ¿Qué no, sino reír y dar por sentado que se te extraña?
Iba, en un estado medianamente ebrio, a enumerar las legendarias cofradías de hombres que nos hacen pensar que lo nuestro es, al cabo, normal. Pero eso nada tiene de cierto. Qué me importa la Generación del 27, los Contempóraneos, los que vivieron el siglo de Pericles, el Renacimiento, la Ilustración, la Post-guerra. Allá ellos con su bella historia. Nuestra es esa manera de toparnos, emborracharnos y despedirnos friamente, porque muy en el fondo tenemos la sangre caliente, tan caliente que a miles de kilometros, nos hace olvidarnos de frio.
I love the minifaldas, el invierno, la media luna y Venus junto de. Amo mi diciembre lleno de luces navideñas como el diciembre que tu sudas. Amo mi historia de Dante, Catulo, como tus historias aún no consumadas. Amo, en fin, mi amor.
Hay un cuarto menguante sofocado, eNmicado, ernlaTAdo, una felicidad que esconde la nariz por la vergüenza que le han dicho debe tener.

I love the minifaldas
Espaldas por besar, misterios por volver misteriosos, sueños prohibidos del sur que un viejo tango nos dijo existen.

Poeta:

Pablín, colma la madrugada, se está llenando de absurdo el corazón del día siguiente y nosotros cantamos a Charly, nos limpiamos los oídos con Johansen...

...a Erik le sale lo cavernoso cuando aún falta un cuarto de Antillano... Cito al instante: "Estaría bien bonito un cigarro, ¿ya no hay cigarros?... Camberín... ¿Camberín?... No, Camberín ya se durmió... ¡Poeta! Se acabó la noche"...

12 comentarios

Kevin Johansen jr. -

Muchachos, estoy admirado ante su valor por la vida. El concierto que mi padre (aún no me reconone a mí y otros cinco hermanos, todos de nacionalidades diferentes)ofreció anoche, ante 50 mil espectadores, estuvo dedicado a cada uno de sus nombres. Sólo les suplico que no abusen de la la palabra "infinito" y recuerden que si no son Borges, el adjetivo va después del sustantivo.

K.J. jr.

yo -

Nada, ciertamente nada, pero ¿Qué importa?, ¿Quién dijo que el sentido de la vida estaba en la sobriedad?

Anónimo -

trio de borrachos, escudandose bajo el titulo de "borgianos"... que quedará de ustedes sin el alcohol?...

Cambero -

Y a mí, con café, orines, tinto, en mi estómago, luna borrascosa dentro, muy encerrada en el pulmón izquierdo, me salió decirle a mis padres, ya con mis ojos oliendo a tabaco y desayunado en mi sistema digestivo, que está bien, que no se preocupen de sus gestos arrugados, que al fin, su elección y su noviazgo, su voluntad de vivir, fue lo que me hizo estar sobre la tierra, cubriéndome del inclemente tiempo bajo el nombre de una mujer: Rosario.

Jonathan -

Escribo ya desde el otro lado del Espejo, anotando que Alicia de doce añitos, se me insinuó anoche, pero pudo más mi respeto por la ley y la abominación por el estupro.

Aparte...
Busco servilleta con versos extraviada en el Imperial:
-7 versos eran míos
-9 de Cambero
-5 de Eric
-3 de Motor
(también olvidados los cigarros).

"Cigarros y versos perdidos, menudo mañanero" suena a verso me digo, y escribo.

Otra vez, aparte...
Por fin libre de la universidad. Licenciado en Letras y ahora sí, lector de tiempo completo. Déjenme leer en paz, y que cada quien entierre sus versos en esta Blog.

Jonathan, crudísimo...

Anónimo -

me gustaría sólo agregar las caderas de esa dama que bailaligera en elImperial.Juega a enamorar hombres y a volarnossuspiros.
En honor a sus caderas, nuestros poemas perdidos en una servilleta , las rolas de 25 pesitos que no podemos pagar y nustro higado que soporta como republicano ante los bombardeos alchólicosfranquistas.

Salud(Cid pedisimo)

UC -

La delgada línea ambar, de infinitos puntos rubios como la cerveza; el infinito plano blanco, de infinitas lineas lechosas como el pulque... borgiano a inicios, borracho al final... Me esforzaba por respuestas que apretaran con fraternal pasión esta epístola de título insinuoso como la calle y doloroso como un cuarto sólo, sin libros, sin fotos ni cintas, sin citas ni noches... sin alcohol, sí sin alcohol, pero más doloroso a veces ese brindis que nos debemos ya a estas alturas... Y bien, la solución fue este spleen vulgar de corazón, donde el sobrio le apela al ebrio, y el ebrio le apela a la sobria amistad.

Anónimo -

La sobriedad estuvo en mi precipitada aseveración, pues viéndolo bien, esa chingadera no tiene lógica.
Disculpas y salud, ya que ando de nuevo en esto del alcohol.

Anónimo -

La sobriedad estuvo en mi precipitada aseveración, pues viéndolo bien, esa chingadera no tiene lógica.

Disculpas y salud, ya que ando de nuevo en esto del alcohol.

Jonathan -

Pues yo estoy anonadado porque no veo la sobriedad por ningún lado. ¿Qué parte es la sobria, podrían decirme?

Cambero -

Yo, pero si me atreví fue por borracho. Si no quieren creerme, entonces no me conocen.

Anónimo -

¿Quién ha osado atestar de tal sobriedad tan bella epístola?

¡A la hoguera!